martes, 8 de diciembre de 2015

Relato - The Last.


—Estoy seguro de que no has terminado lo que tenías que hacer —dijo el padre de Angus en la entrada de su puerta.
—Que sabio eres padre mío —respondió Angus afinando la cuarta cuerda. 
—Angus, no bromeo. Suelta esa guitarra, termina tus obligaciones y deja ya de hacer el tonto.
—Bueno, bueno, pero que lo sepas, algún día cuando escriban mi biografía, tú serás el padre opresivo y peleonero que no respetaba mi arte. 

Angus y su padre se encontraron frente a frente en la puerta y se desafiaron a una pelea, pero terminaron abrazándose, junto a un <<te quiero>> y un <<yo también>>. 

Su relación era de las mejores, Angus era un chico excelente, tenía buenas notas, era responsable, era respetuoso y bastante talentoso. Comenzó a tocar guitarra a los siete años. Su nombre no era casualidad, su padre era un reconocido locutor y comentarista de rock, además de ser columnista en diferentes revistas especializadas. Angus había aprendido de él todas las historias y subhistorias que el rock había dejado. Y su nombre provenía del famoso guitarrista de Ac/Dc, Angus Young.

Era el último fin de semana de vacaciones de verano. Angus había pasado todo el verano tocando con tres bandas, y con una estaban a punto de firmar un contrato de grabación, a sus cortos quince años era el preferido de las cientos de colegialas que abarrotaban sus presentaciones. Aun así, siempre buscaba entre el público, intentando dar con Clara.

Clara, su vecina y alma gemela, había sido su vecina desde que tenía uso de memoria, tenía un año más que él, aunque solo fueran tres meses, iba un curso adelante, lo que para la difícil sociedad escolar, era una barrera infranqueable. Si llegaban a salir juntos, en algún momento le dirían a él que le gustaban las viejas, y a ella, que era una asalta cunas.

Aun así, sus cómplices miradas y sus juegos infantiles que siempre llevaban a largos y hermosos silencios, terminaron formando en ellos una relación de eterna complicidad, ninguno de los dos podría salir con nadie más hasta que ambos estuvieran juntos para declararle al mundo su relación.

Xavier Thompson, un tipo brasileño de treinta años, era un productor casi arruinado, que estaba consciente de que su carrera se había ido a la mierda por sus excesos. Decidió darle al mundo una última gran presentación. Se contactó con un amigo que se encargó del escenario y de los equipos. Contactó a cuanta banda conocía y dio nombre a su frankeinstesca creación. The Last.

Las tres bandas que tocaban con Angus lo llamaron, estaban invitados al Festival The Last, el último festival del verano, que prometía ser lo mejor de lo mejor, un festival multitudinario con entrada liberada. Angus no tuvo tiempo de responder, puesto que la primera banda en tocar era la que tenía con sus compañeros de curso.

Las bandas menos conocidas irían antes, mientras aún estaban armando el escenario. El padre de Angus se enteró del festival, le pareció una de las mejores ideas que había oído.
—Papá, necesito que me lleves.
—No puedo hijo, tengo que ir a trabajar.
—Pero viejo, tengo que tocar.
—¿Dónde, si toda la gente estará en The Last?
—Ahí debo tocar –con su guitarra en mano Angus comenzó a reír-

Se despidieron con un fuerte abrazo familiar de su madre y esposa. Ella no quiso acompañarlos, le ponía inmensamente nerviosa que Angus estuviera frente a una audiencia. Desde que comenzó a tocar en las presentaciones escolares tenía miedo de que el público lo abucheara o le lanzará tomates. Tomates.

El padre de Angus, tenía pases vip, entrevistaría a todos y cada uno de los músicos, aunque fuera solo un par de preguntas cada uno. Sabía que con eso, si algún día, alguno de los desconocidos llegaba a tener éxito, recordarían que cuando no eran nadie, él les tendió el micrófono. Ya lo había hecho muchas veces antes, muchos de los ahora grandes, habían respondido sus preguntas aun cuando nadie más les acercaba un micrófono. Cheques a fecha.

Al único que no entrevistaría seria a su hijo, él más que nadie lo quería ver triunfar, pero no quería que tuviera un camino fácil, no quería que por ser su hijo terminara en una banda plástica y sin corazón, no lo quería ver pasados los treinta en un reality show conspirando con otra estrella en decadencia para eliminar a una tercera. No. Si Angus llegaba a la fama, seria por sus medios y su talento.

El primer acorde de The Last fue un acorde de Angus, un mal sonido, una mañana calurosa, un escenario a medio armar y unas treinta personas frente al escenario. Era lo que Angus siempre había soñado.

Su segunda banda tocó antes unas cinco mil personas. Ya eran las seis de la tarde, el sol de los últimos días de verano se estaba yendo a casa temprano. Estaban tocando grunge, un poco más rápido de lo normal. Casi punk. Sus canciones eran tan buenas que tuvieron que volver al escenario. <<mi primer gran bis>> pensó Angus.

Al bajar una vez más del escenario, Angus vio a Clara en el Backstage, la vio tal cual era. Hermosa. Clara llevaba un vestido blanco y una flor blanca sobre su largo cabello castaño. Al atardecer, con la luz del sol bajando y la adrenalina de tocar ante tantas personas Angus sintió que tocaba el cielo. Si existía un lugar feliz, un día feliz, un momento feliz, una circunstancia efímera que pudiera prevalecer ante el paso de los años, era esta. Era ver a Clara de pie, esperando a que el terminara sus últimos acordes, con las manos juntas en el pecho buscando su corazón. Temía lo mismo que temía la madre de Angus, verlo caer, verlo siendo atacado por tomates. Tomates

Se sentaron en uno de los improvisados sillones hechos con pallets de madera. Hablaron de cosas sin sentido. Él quince, ella dieciséis. Se tomaron de la mano. Él quince, ella dieciséis. Se quedaron sin palabras. Él quince, ella dieciséis. Y juntaron sus labios, no fue más que eso, no fue un beso apasionado de los que desvisten, fue un beso tierno, solo poniendo a prueba las terminaciones nerviosas de la punta de los labios de cada uno. El primer beso de ambos.

Sin decir una palabra estuvieron tomados de las manos hasta que Angus tuvo que volver al escenario. Fue una hora y media de felicidad en silencio. Angus tenía tanta energía que se puso sobre el escenario con la pose digna de un guitarrista veterano. Era su banda.

Tomó el micrófono y lo único que dijo fue <<Clara, te amo>> y comenzaron los tres golpes de baquetas. Todo fue tan rápido que Angus no se dio cuenta como corría de un lado a otro en el escenario. Hizo gala de todas las poses que a lo largo de los años había aprendido, incluso una barrida de poder, como la que Jack Black hacía en Tenaciuos D.

El niño prodigio. Sus compañeros de banda bordeaban los treinta y seguramente no tendrían un futuro prometedor como él, pero en ese minuto estaban tan drogados con música, que se sentían como Mercury en Live Aid

La banda bajó y tuvo que volver a subir, nadie quería que se fueran <<Dos bis en un día>> pensó Angus. Terminaron para dar paso a las bandas cabezas de cartel, eran cinco.
La banda más importante de las cabeza de cartel era Zero12, una mezcla entre Rock&Roll y rockabillie, tan alocados como fuera posible, sus tenidas elegantes y sus zapatos de charol te hacían querer imitarlos, sus rápidos ritmos y su imponente voz te hacían querer bailar. Eran una marca registrada.

Angus y su ahora novia, Clara, estaban en la parte trasera del escenario, cuando el guitarrista de Zero12 se les acercó.

—¿Tú eres el niño?

Angus solo movió la cabeza, sabía quién era el que preguntaba y estaba tan nervioso como cuando intentaba hablarle a Clara.

—Amigo, estuviste… wow. ¿Cuántos años tienes?

Angus seguía sin hablar, porque la pregunta no le había gustado, porque estaba junto a Clara. Y porque no le salían las palabras.

—Ya veo, un hombre de pocas palabras. Oye, ¿te gustaría subir a tocar un par de canciones con nosotros?

No podía pedir más, aquel era el mejor día de su vida, aquel día había alcanzado el Nirvana.

—Tomaré ese silencio raro como un sí. Me alegro de que no fueras vocalista. Nos vemos prodigio.

Zero12 subió al escenario a la una de la mañana del día domingo, dos canciones después, el vocalista, pedía que Angus subiera.

Angus estaba elegantemente vestido, su mamá le había traído su mejor ropa para subir al escenario. Prometió que lo vería —mientras le estrangulaba el brazo a su esposo por los nervios— y sin perder tiempo, se puso a buscar entre la gente a ver quién estaba armado con peligrosos tomates. Tomates.

—Sube —dijo Clara dándole la mano— suerte.
—Te quiero. Hoy, mañana y siempre. Te quiero

Y sin dejar que ella respondiera, subió corriendo al escenario. Al fin y al cabo, estaba más que seguro de lo que ella respondería.

—¡El niño prodigio! —gritó Zero, el vocalista-  ¿Qué puedes hacer para sorprendernos?

Uno de los tramoyas le tendió una guitarra a Angus, él giró la guitarra, poniendo el mástil en su mano derecha.

—Estás nervioso niño. La guitarra va al otro lado.

El público comenzó a reír, mientras su mamá y Clara se apretaban el pecho por la angustia de que comenzaran a burlarse de él.

—Zero. Para ti solo existe el camino que te han mostrado toda tu vida. Soy ambidiestro.

Y sin más, Angus comenzó a tocar la guitarra, al revés. Todos los músicos lo acompañaron con la canción más famosa de Zero12, tocada a la perfección, con la guitarra al revés y las cuerdas lógicamente cambiadas de posición.

El público rugía, las cerca de quince mil personas que atrajo la presencia de las bandas cabeza de cartel, veían a aquel niño rockear. Durante tres canciones y un solo, Angus fue el dueño del mundo. Se despidió con una reverencia. Y bajó del escenario a los brazos de sus padres y Clara.

Al día siguiente, los periódicos hablaban del niño prodigio; de cómo había sido uno de los puntos fuertes de The Last; de cómo había conseguido tocar en cuatro bandas en un día.

De cómo había muerto en un trágico accidente al volver a casa con sus padres.

Había nacido una leyenda.

3 comentarios:

  1. D: desde que leí la primera linea supe que me rompería el corazón :'(

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  2. Hola :B vengo a saludarte como el padre de Angus ;D cuando seas un Best Seller acuerdate de mi ahasgjas
    Keep writting, I like what I Have read till' now.
    (supongo que recibes muchas criticas positivas.... pero la mía esta en inglés :D )

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    1. Hola Javier, Gracias por leer y comentar tanto (eres el primero así que nunca te olvidaré), no sé cómo has llegado a ver este blog, pero realmente me alegro de que te gustara, para un autor desconocido es difícil encontrar lectores sin tener que amenazarlos a mano armada o secuestrando a sus mascotas. Espero (si continuas leyéndome) poder estar a la altura de tus expectativas. Un abrazo, saludos.

      PD: mi primera critica positiva (y más encima en ingles XD).

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