sábado, 19 de diciembre de 2015

Relato - El Poema

—¿Mamá cómo se hacen los poemas?
—Primero debes pensar en algo que te guste mucho, y escribirle palabras bonitas.
—Pero dame un ejemplo.
—En la mesa de centro, junto al teléfono, hay un libro de poesía, revísalo y tendrás una idea.

Corrió hacia le mesa de centro y encontró aquel libro de tapa dura. Al abrirlo tosió un poco por el polvo que guardaban aquellas amarillentas hojas. Comprendió el mensaje. Ya sabía cómo era un poema.
Él no perdió el tiempo, hizo la lista con cosas necesarias para un poema.

—¿Inspiración? OK.
    >>¿Papel? OK.
    >>¿Lápiz? OK.
    >>¿Palabras?… palabras… —decía mientras golpeaba su barbilla con el lápiz grafito Nº 2— palabras, palabras…

Puso su mano abierta sobre su lista, la empuñó y creó una hermosa bola de papel que fue a parar al papelero junto al sillón. Fue entonces cuando la idea llegó…

Todos se movían de un lado a otro para evitar entrar al salón de clases, pero él corrió hacia el aula con la esperanza de encontrarla dentro.

—Miss, —dijo tímidamente al entregar el papel— esto es para usted
—Hola. El poema —ella, con su dulce voz comenzó a leer en voz alta, para que el pudiera oírla— veamos.
>>El Poema.

Cuando pienso en usted
mi consola se pone en pause
dejo de pensar Call Of Dutty
también en Minecraft

Usted es bonita
y tiene dinero
creo que necesita un novio
tengo hambre —ella sonrió y le regalo una mirada.

Yo sé que soy pequeño
también sé que no tengo auto
pero tengo muchos legos
y quiero compartirlos

No me diga que no,
seguiré insistiendo.
Y aun que lo diga,
la seguiré queriendo
—¿Le gustó? —preguntó él levantando las cejas y parándose de puntitas.
—Esto, no es un poema, tal vez la última estrofa sea algo parecido… pero no lo es —ella se agachó y besó su mejilla.

Él se sentó un poco confundido, y ella guardó aquel trozo de papel como el recuerdo de su segundo día de trabajo. Comprendió que había elegido la mejor profesión del mundo. 



jueves, 17 de diciembre de 2015

Relato - Trabajo en grupo.

Todo comenzó hace dos semanas, yo falté a clases porque debía ir a medico con mi mamá, y la profesora de historia nos dio un trabajo coeficiente dos para hacer en grupos de cuatro. 

En mi grupo de amigas somos cinco, las otras cuatro fueron ese día. Por más que le pedí a la profesora que me dejara estar en el grupo de mis amigas me dijo que no. Claro, argumentó que si me permitía a mí estar en un grupo de cinco personas, todo el mundo querría modificar el suyo. 

El nuevo grupo eran tres chicas, de las tres, yo no me llevaba mal con ninguna, pero Tamara era nueva y no la conocía del todo. Quedamos de juntarnos en mi casa el día viernes para poder comenzar. Debíamos hacer una carpeta con investigación sobre el pueblo mapuche y una presentación en PowerPoint junto con una exposición donde todos los integrantes participaran. 

El día jueves, Emilia dijo que mejor hiciéramos el trabajo en su casa porque su mamá no podía ir a buscarla en la noche y todas aceptamos. 

Ese día mi mamá debía ir a buscarme y llevarme a casa a buscar el material de apoyo y luego llevarme a la casa de Emilia, pero por su trabajo no pudo. Hice una pataleta, pero mi mamá me dijo que le era imposible. Llamé a la casa de Emilia para contarle que no podía ir y mientras estábamos hablando, al parecer tenia puesto el manos libres porque de pronto escuché la voz de Tamara. 

—Sabes, creo que confundes la amistad con la responsabilidad, te hicimos un favor al incluirte al grupo y tú ahora no quieres venir.
—No, no es eso, es que…
—Deberías buscarte otro grupo o hacer el trabajo sola, porque no toleramos tu falta de compromiso.
Me sorprendió la respuesta, porque no éramos tan amigas, pero yo no había hecho problema cuando Emi dijo que no podía ir a mi casa. 

La cosa fue que me molesté con ellas, y comencé a hacer el trabajo por mi cuenta, era mucho trabajo, pero no me importó, prefería eso a tener que pedirle el favor de que me aceptaran en su grupo.
Pasé todo el fin de semana sin hablar con nadie mientras hacia el trabajo, de pronto, Poroto, un compañero con el que me llevaba muy bien me habló por Facebook. 

—Hola tú
—Hola, don Poroto.
—Eeem, cómo estás???
—Bn bn y tu ¿?
—Bien
    Te peleaste con tus amigas?
—No son mis amigas
    Cómo supiste??
—Por el Facebook del curso
   Tamara publicó que eras irresponsable
   Y todo el mundo comenzó a contestar la publicación. 

Entré al Facebook del curso, pero no vi las publicaciones porque me habían bloqueado, así que le pedí a Poroto que me mandara un pantallazo de lo que había visto. Resulta que Emi había publicado un estado donde decía que yo era irresponsable y muchas cosas más, incluso cosas que no habían pasado, como que les había dicho que me tenían que incluirme en el grupo aunque no hiciera nada porque la profe lo había dicho. La cosa se puso rara cuando ninguna de mis amigas me contestó los mensajes, todas me dejaban el visto en Facebook o el doble check en What´sApp. 

Cuando llegué el lunes, ninguna me hablaba. De hecho, Poroto, que era con quien me sentaba era el único que me dirigía la palabra, todos los demás me hacían la ley del hielo. 

Decidida a revertir la situación hablé con mis amigas, pero fue peor, porque comenzaron a hacer memes con mi foto diciendo “perdón, quiero volver”. Todo el curso me evitaba, como si fuera una leprosa, y me enviaban los peores mensajes, mensajes que me hacían sentir pésimo. Comencé a pedirle a mi mamá que me viniera a buscar al colegio apenas llegaba. Ella como sabia madre, a pesar de saber todo el problema me dio solo palabras de madre “búscate amigas nuevas”, “ya se les pasará”, “preocúpate de estudiar” y muchas otras que en realidad, a pesar de que vienen con la mejor intención, no ayudan en nada, porque ella no entiende que el colegio es como una sociedad diferente. 

Mi mamá fue al colegio a hablar con la profesora, pero ella le bajó el perfil al asunto diciendo que son cosas de niños y ya pasará. Comencé a notar que todo giraba en torno a los valores que nos infundían en el colegio, el cual era estrictamente católico y yo al ser hija de mamá soltera, estaba en una posición donde no tenía como evitar el problema. 

Tamara comenzó a inventar cosas sobre mí y mi familia. Comenzó a decir que mis papás se habían separado porque mi papá se había ido con su secretaria, o que mi mamá había sido infiel. De verdad no sé porque lo hizo, nunca tuve un problema con ella o con nadie. Pero definitivamente la situación ya sobrepasaba mi límite de paciencia. 

Un día, me topé con Tamara en el patio del colegio después de clases de educación física. Le pregunté por qué estaba inventando todo y no me dijo nada, simplemente me ignoró. Insistí, y una palabra que antes no significaba nada, pasó a ser la que más me ha dolido. 

—Yo, no, hablo, con, Bastardas. 

Bastarda, creo que ser hija de madre soltera nunca me había causado ningún problema. A nadie nunca le ha importado, a pesar de que en cada actividad del colegio mi madre y yo éramos las únicas mujeres solas que formábamos una familia. 

—¿Por qué dices eso?
—Porque lo eres, tu papá te abandonó.
—No es así, el murió
—…
—En un incendio, cuando yo era bebe, era bombero.
—Claro, y ahora se supone que es un héroe… eres una mentirosa. 

No quería estar en el colegio. El día de la presentación fui la única que expuso sola, pero aun así fui la mejor nota. Cuando terminé de exponer, les dije a todos lo que sentía. 

—Lo siento, creo que no he hecho nada para ser tratada así, en realidad sigo siendo la misma persona que conocen desde kínder, con quien se han reído y peleado. No les pido que vuelvan a ser mis amigas, o amigos, solo que no me hagan sentir basura. 

Un chico hizo un ruido gracioso y todo el mundo se rió, fue entonces que Poroto le dio un golpe en la nuca y casi de forma una pelea. 

La cosa en realidad terminó bien, Poroto y yo nos hicimos más amigos de lo que éramos, de hecho, él era malo para jugar a la pelota, así que prefería hablar conmigo cuando salíamos a recreo en vez de estar jugando. 

Mi mamá siempre quiso a Poroto, desde pequeño, por eso se alegró al saber que era mi nuevo mejor amigo, aunque mirándolo bien, ya lo era. Cuando mis amigas al fin decidieron levantarme la ley del hielo, ya no las necesitaba, aun así seguimos teniendo buena onda. 

A pesar de que Tamara había gestado todo, me puse triste al saber que sus papás se estaban separando. Comprendí muchas cosas.


martes, 15 de diciembre de 2015

Relato - ¿Me compras una katana?

Voy con mi mamá caminando por el centro, cuando sorpresivamente en una vitrina veo la cosa más linda del mundo, algo que todo hombre desea tener.

Aquella rubia de pechos grandes que intenta poner la katana en su posición. Me quedó mirando estupidizado. Incluso babeo un poco la ventana. La rubia me mira como diciendo “pervertido” y yo le aclaro que lo que miro es la katana. 

Mi mamá me grita unos pasos adelante “Guillermito, apúrate o te vas a perder entre tanta gente”, yo miro el precio de la katana, me meto las manos al bolsillo y veo que me alcanza para el papel que lleva colgado. Tengo tres monedas, un tazo de pokemon (mi charmander de la suerte) y dos restos de papá frita que van a parar a mi boca ante la mirada desconcertada de la rubia. 

Corro hacia mi mamá.
—Mamita, mamita.
—No tengo plata.
—No mamá, no es eso ¿me compras una katana?
—¿Qué es eso? —preguntó—
—Es una espada samurái, la más perfecta del mundo. Es la espada con más honor y más…
—¿Pero para que quieres una cuestión de esas?

Era típico de mi mamá, yo le pedía algo y ella me decía que no. “¿Para qué quieres una katana?” Repetí en mi mente haciendo mueca de su acento. ¿Para qué no querer una katana? sirve para todo en la casa: ¿Necesitas abrir una lata de pescado? ¿necesitas cortar embutidos? ¿te quieres cortar las uñas? ¿tienes que podar los arbustos? ¿tienes un vecino molesto que reclama acerca de cortar los arbustos con katana? Bueno, pues para todo eso lo que necesitas es una katana, que tienen más usos que una cochina navaja rusa (sí, rusa, las suizas pasaron de moda hace mucho). 

Ante la evidente negativa de mi madre y su obsesión para guardar el dinero para “cosas importantes” como pagar la luz y todas estas tonterías. Decidí hacer lo que mejor sabia. Me planté en medio del paseo peatonal y con toda mi fuerza comencé a llorar. 

Hice el berrinche de mi vida mientras mi mamá, sin abrir la boca decía “párate, en este mismo instante”, sus palabras de dientes apretados no me dieron miedo. Entonces recordé porqué en la jerarquía familiar, mamá es quien manda. 

—Ponte de pie de una vez y deja de hacer berrinches —dijo levantándome de la oreja izquierda— es increíble que siempre que salimos hagas lo mismo.
—Perdón mamita, nunca más, nunca más.
—Tienes casi treinta años y siempre es lo mismo contigo.
—Ya mamita, pero suéltame la oreja que me duele.
—Mañana mismo consigues trabajo.
—No mamita, si me voy a portar bien, hasta voy a colgar la ropa y hacer la cama. 

Pasamos frente a la vitrina que ahora solo contenía la katana. La rubia miró desde dentro de la tienda. De seguro estaba analizando a su futura suegra…

viernes, 11 de diciembre de 2015

Normal Blog - LecheroMon


La primera vez que escuché “LecheroMon” pensé que me estaban hueviando, perdón, molestando. En ese momento era vendedor en una empresa de materiales de construcción y le pregunté a unas compañeras de oficina ¿Qué puedo escuchar? Estaba aburridísimo de escuchar la misma música día tras día. Nunca he sido bueno con eso de la rutina. 

Mi compañera me miró con esa carita hermosa que tiene –¡Hola Jessy!- y me dijo que buscara a LecheroMon. Sinceramente pensé que me estaban molestando, afortunadamente otra compañera comenzó a cantar “huacha rica, huacha rica, huacha rica”, una de las canciones antiguas de Lechero.
Descargué un par de temas —sí, lo pirateé descaradamente— y me puse a escucharlo. 

Fue raro, con LecheroMon me pasó algo que no me pasaba desde la primera vez que escuché a Queen, no podía parar de escucharlo. Y hasta el día de hoy.

El fin de semana me encontré con mis amigos y les dije “¿han escuchado a LecheroMon?” me quedaron mirando con cara de imbéciles. 

—Pero si lo vimos en el colegio, en una fiesta de fin de año ¿te acuerdas?

Yo había visto, unos seis años antes, una presentación de LecheroMon. En mi colegio, el ilustre colegio politécnico avenida delincuencia, donde iban más los carabineros que los alumnos, no éramos los más educados pero sin dudas éramos los más estigmatizados. (éramoh terrible choro, y si no me creen, les contaré que Gary Medel también estudió ahí, ¿alguna pregunta?)

Así que con todo lo que la familia Romo robaba (porque sí, hubimos muchos alumnos y profesores que sabíamos lo del arreglo de asistencia señor Romo), decidieron que debían hacer una humilde fiesta donde trajeron como invitado al músico (y me imagino que ni siquiera le pagaron). La presentación comenzó súper bien y siguió como los dioses, pero después de un rato comenzaron a gritar (no recuerdo si contra el director o contra carabineros). Y echaron cagando al pobre Lechero. Que te echen del avenida delincuencia debe ser un record. Mis respetos Lechero. 

Pasó el tiempo. Por mi amor a las letras siempre me ha llamado la atención el HipHop. Debo decirlo, yo escucho rock, pero el HipHop para mí es un placer culpable. Creo que dentro del mundo underground existen muchísimos escritores realmente buenos.

También me di cuenta de que Francisco “Lecheromon” Avalos, es un artista infravalorado (al igual que muchos artistas en nuestro país), bastante desconocido para el público en general. Pero… dentro del HipHop es un icono, no es de la vieja escuela, es la vieja escuela. Sus rimas graciosas pero reales son bastante tajantes, son criticas sociales agradables al oído pero que calan de manera profunda en sus oyentes. 

En las batallas de gallos (Freestyle. batallas de rap, señores animalistas) lo he oído nombrar siempre como un referente. Una persona que viene desde abajo y canta para el pueblo. Sus discos, Entre serio y chistoso (2008), La historia de un fin (2012) y la pulenta con gracia (2014) dicen con sus títulos lo que contienen, música real cantada con humor. 

Estuve intentando buscar una biografía como corresponde de LecheroMon, pero no fue posible encontrarla. Lo más cercano es una página en MySpace, pero no tiene una actualización como corresponde. Lo que sí existe es su página oficial en Facebook (https://www.facebook.com/LecheromonOficial/?ref=ts&fref=ts) en la cual una vez le di las gracias por la inspiración (si, escribo escuchando sus temas de vez en cuando) y él amablemente me respondió.

Sí sé que su padre era Lechero en La Pincoya y de ahí le quedó el apodo, también sé que vive en Parinacota en Quilicura y que frecuentemente está haciendo presentaciones en vivo. Entre sus temas destacados están: Padre e hijo, Choro y hechizo, oficios de pobla y varios otros. Mis favoritos son varios, pero si tengo que destacar uno, podría decir que Raperos de cartón es mi regalón, porque tengo muchos amigos a los que la canción les pega de lleno.


Si aún no lo conocen, los invito a buscar material suyo, puesto que sus discografías completas se pueden encontrar en YouTube y hace poco ha creado un canal (https://www.youtube.com/channel/UC-CjR_7V6AseLFRJhZSCE-A) , y sé por su Facebook que está creando un laboratorio de audio para grabar sus próximos temas. Laboratorio Lácteo (Foto robada de su Facebook). Un logo que lo dice todo. 
 

Espero que a Francisco "LecheroMon" Avalos, le queden muchos años creando, grabando y subiendo temas. Puesto que su música ya está presente en la banda sonora de mi vida (y probablemente presente en mis próximas novelas o relatos). Por el momento me conformaré con seguir escuchando sus temas actuales, pero apenas salgan sus temas nuevos, los pirateo. Saludos a todos.