Mi perro, Enemigo, es
escapista
Siempre que puede se quita la
identificación
Y corre libre por la vida como
un gran artista
Pero a casa siempre vuelve a
la hora de la colación.
Hace poco vi que tenía una
garrapata,
Que se había mudado desde un
chiguagua.
Enemigo se mordía y se mordía para
quitarla de su pata.
Pero como no pudo hacerlo, le
dije que había que había que meterse al agua.
Corrió y corrió de un lado a
otro buscando la libertad
—¿Por qué tengo que bañarme?—
ladraba
Mientras la garrapata los
dientes le clavaba.
—Porque si no, las garrapatas te
comerán como pato de navidad.
Luego de pelear arduamente,
los humanos ganamos.
Lo metimos a la ducha y con
shampoo lo bañamos.
—Que bien me siento, feliz y
fresquito.
—Es porque ahora eres un perro
que está limpiecito.
Se miró al espejo y pensó que
estaba hermoso.
Lamentablemente, mientras
arrancaba perdió su collar
—Oh, ahora si me pierdo nunca
me van a encontrar.
Y recién ahí, se dio cuenta de
que sería algo horroroso.
Preocupado, desde el armario
saqué una corbata.
Le hice un nudo, le escribí su
nombre y se la regalé
Estaba tan comentó que cuando
vio a la garrapata,
Le ladró —Sube. Si vas al patio, yo te llevaré.
Feliz salió al patio, mi perro
con corbata.
Que prefiere rascarse y
morderse la pata,
Que dejar a una garrapata en
la calle,
porque su cuerpo para la
garrapata, es como una casa en el valle.
Cuando he ido al patio a ver
como estaba.
Enemigo en la tierra se
revolcaba.
La garrapata de sus pelos se
afirmaba,
Intentando montar al perro
salvaje
Le grité —¡Entra a la ducha—.
pero él me ladraba.
—Solo entraré, si para la
corbata a juego tienes un traje.
Y esa es la historia de
Enemigo
De sus malas juntas y sus
amigos
De las duchas y de una
garrapata.
De mi querido pitbull, mi
perro con corbata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario