—¡Chan, cha cha, chan! Dano Hawk, has
entrado al extraño mundo de la bruja Claudia, ella ha secuestrado a Casimiro,
el rey sapo. Tu misión es rescatarlo para que pueda volver a gobernar el reino
de “Divertilandia”. La bruja se encuentra en el perverso volcán de las sombras.
Ella tiene más de doscientos veinticuatro secuaces. Para poder llegar hasta el
volcán debes atravesar los cuatro reinos del sur, en ellos te esperan un millón
de aventuras y bla bla bla… peligros, bla bla bla… olla de oro bla, bla, bla…
para comenzar solo debes presionar START…
Dano,
tomó su sombrero subió a su cebra y comenzó su travesía
—¡Vamos V8! ¡Arre!, debemos llegar
hasta San diablo antes de que anochezca
—Pero Dano, San diablo esta a más de
cuatro cuadras y recién me hice le manicure.
—Pero si eres una cebra macho.
—Eso no quita que me preocupe de mi
aspecto —V8 volteó la cara con una evidente molestia— es más, deberías ponerle
un poco de atención a esos callos.
—Olvídalo, iré en caballo…
Dano
guardó su cebra, tomó su caballo, lo ensilló, y comenzó el viaje…
—Arre hiperventilado, debemos llegar
a San Diablo antes de que caiga el sol.
—Pero Dano, estaba viendo el
documental sobre el apareamiento de los humanos…
—Hiperventilado, eres un tonto ¡veías
una película para adultos!
—¡¿Qué?! ¡Necesito lavar mis ojos! —hiperventilado
corrió hacia el poso- ¿Por qué? ¡¿Por qué?!, pensé que era el canal de la flora
y fauna, aparecía un conejito en el logo… ¡un conejito! ¡aaaayyy! Ahora me
enterré la herradura en el ojo…
—Olvídalo —Dano exhaló profundo y
desistió de ir a caballo— iré en bicicleta.
Dano
tomo su bicicleta y su botellita de agua, pero notó que como no la ocupaba, la
bicicleta estaba desengrasada y crujía por
todas partes. Pensó que no podía utilizarla así y tuvo que comenzar a
limpiarla.
Una
vez que tuvo los neumáticos inflados, la cadena engrasada y una linda bocina
que hacía “cuek, cuek”, Dano se dio cuenta que la bicicleta ya no estaba en su
mejor momento, que tenía muchas rayas y muchos stikers de grupos juveniles que
ya no le gustaban, y decidió repintarla. Así que la desarmo y la llevo al
taller “el pata suelta”.
Tito
Patasuelta le dijo que la podía tenerla lista a primera hora del próximo día, y
Dano decidió dormir en casa ese día y partir al día siguiente.
Cuando
fue a buscar su bicicleta, Tito Patasuelta le dijo que era más de lo que
pensaba y que su presupuesto había sido mal aplicado, que necesitaba un par de
días mas y bla bla bla. Al final Dano olvidó su misión y fue al cine con su
mejor amiga.
Toda
la sala estaba oscura hasta que el león comenzó a rugir, para poder ganar un par
de monedas de oro extra, Dano se había comprado una pequeña cámara digital que
se ponía bajo el sombrero. De pronto comenzó a ver una mosca gorda volar en su dirección.
<<Estúpida mosca obesa, arruinará mi copia pirata>>.
—¡Dano!
me puedes explicar ¿por qué estas en el cine cuando deberías estar salvando al
rey sapo?
—Shhhh
–Dijo el público- estamos viendo una película
Dano
se asombró de que lo que parecía una versión transexual de campanita le
estuviera hablando a ella.
—¿Y
tú quién eres? —preguntó Dano mientras comía palomitas de maíz— y ¿por qué
llevas esa corona y ese tutú?
—Soy
Guillermonstruo, tu hado madrino
—Hado
madrino, wuajajajajaja —Todos los que escucharon comenzaron a reírse, y los que
no escucharon comenzaron a silbar para que se callaran— que profesión tan
tonta.
—Lo
mismo dice mi mamá…—respondió Guillermonstruo— Pero en fin, casi se acaba el
tiempo del rey sapo, Claudia, la bruja, hará sopa de rey mañana por la noche.
—No
quiero ir, yo había votado por el príncipe lagartijo, ese rey sapo nunca ha
sido de mi agrado…
—Señorita
—Un asistente del cine comenzó a apuntar a Dano con una linterna— usted y el
señor volador con tutú deben salir de la sala.
Una
vez fuera, Dano recuperó toda su energía, caminó hacia el paradero más cercano
y luego de cuatro largas horas apareció el primer autobús camino a San Diablo…
Dano no pudo subir porqué venia lleno de enanos que habían salido en su día
libre de la mina de carbón, y como todo el mundo sabía, los enanos mineros se
gastaban todas sus piedras preciosas en el burdel de la ciudad. Cochinos enanos.
Esperó
el siguiente y su tarjeta del autobús no tenia saldo. Ante el insistente
insistimiento en el que insistía Guillermonstruo, Dano caminó las cuatro
cuadras hasta San Diablo.
—Cochino
rey sapo, cuando lo tenga en mis manos espero que me dé una olla llena con
monedas de oro, porque si no lo aplastaré con mis pantuflas de perrito… cochino
rey sapo…
Llegando
a San Diablo, Dano tuvo que golpear muchos espantapájaros que eran secuaces de
la bruja Claudia… algunos eran valientes, otros cobardes, pero en fin
solo eran espantapájaros. San Diablo era el primer nivel, era lo más fácil…
Al
cruzar el pueblo se detuvo frente al primer castillo. Pasó por el puente que
tenía un cartel colgado “puente en
mantención, los cocodrilos fueron a Miami a ver unos parientes (por favor
parezca atemorizado al pasar, imagine los cocodrilos, son todos grandes y con
muchos dientes, excepto el pequeño Tiny, él no tiene tantos dientes, pero
apenas terminé con la ortodoncia será…”. Dano entró al castillo y un tipo de
una elegante capa negra le dijo con vos gangosa.
—No
sé cómo has llegado hasta aquí, pero tu suerte se acabó, prepárate a sentir la
ira de Caracolito —Entonces volteó y dejó ver sus dos ojitos alargados—
el caracol malvado, muagagagagaga
—¿Caracolito?...
—preguntó Dano— ¿muagagaga? Eso no es un nombre de villano, ni una risa
malvada.
—No
tienes por qué ser hiriente. ¡Acércate y te destruiré!
—Bueno,
si me atrapas pelearé contigo.
—¿Qué
dices? tú debes venir hacia a mi o no cruzaras la puerta hacia Chocolandia.
—Está
bien, pero… —Dano, corrió hacia la puerta y Caracolito no fue capaz de
atraparla— pelearé solo si me atrapas… Güiii, un columpio…
—¡Te
destruiré Dano Hawk! —gritaba Caracolito— ¡te destruiré!
Dano
avanzó sin problemas al siguiente nivel y fue entonces cuando las cosas
comenzaron a ponerse raras. Todo parecía completamente desolado, entonces Dano
avanzó directamente hasta el castillo del segundo gran oponente.
—¿Aló?
¿señor villano? ¿Aló?
—Hola
jovencita, ¿a quién busca?
—Al
villano del castillo.
—¿No
le contaron?, el murió de diabetes, Chocolandia es un lugar muy dulce para
vivir, pero ya todo el mundo ha muerto de diabetes, nada más quedo yo, Matías,
el conserje
—¿Y
usted por qué no’sta morido?
—Prefiero
lo salado. Toda mi comida es importada de Salandia
—Entonces
¿puedo avanzar hasta el siguiente castillo?
—Por
favor, adelante, pero le advierto que si no se quita los zapatos, toda mi ira
caerá sobre usted y eso también va para el gordito volador con el vestidito de
rosado.
—No
es un “vestidito” —aclaró molesto Guillermonstruo— es un uniforme oficial de
hado madrino
—Jajajaja
Hado madrino, jajajaja
—Guillermonstruo,
ya deja de hacer reír a la gente. Gracias Matías —Dano se quitó los zapatos y
avanzó a través del reluciente piso de chocolate— cuando pase de vuelta le
traeré algún recuerdo del volcán.
—Espere —dijo
Matias— hace un tiempo me dejaron algo para usted señorita Dano, debía dárselo
cuando viniera y matara a MR donuts, pero no sé dónde lo puse —Matias comenzó a
buscar en su carrito de limpieza— a ver, zapatos mágicos… no, esto es de…
Alicia; varita mágica… esto es de… Harry; diccionarios, no esto de seguro es de
ese pésimo escritor, Guillermo Altamirano, se los enviare por correo, los
necesita con urgencia; a ver, a ver… Aquí esta, si es una… Flauta mágica…
ahora, las instrucciones deberían estar por…
Mientras
buscaba los recuerdos se le vinieron a la memoria. Su vecina, de la cual
siempre había estado enamorado, se había peleado con su novio. Entonces Matías
vio la posibilidad de hacer su movimiento y la invitó a una parrillada. Fue al
súper mercado y compró costillas de cerdo, pero cuando volvió a casa, no tenía
con que prender el carbón y se puso a buscar papeles entre sus cosas. Cuento corto, Matías usó las instrucciones las había usado
para prender la parrilla.
Su vecina
ahora tiene una orden de alejamiento en su contra.
—No las tiene, de seguro es de segunda mano —Dijo Matías
excusándose— de hecho todos los diseñadores de juegos utilizan flautas mágicas
antiguas, na’ mas las repixelean y las hacen pasar por nuevas, pero si la
manosea un poco, sabrá cómo usarla. Además, creo que no la necesitas, digo,
tienes al gordo rosado…
Dano
y Guillermonstruo avanzaron hasta el siguiente pueblo, conocido como La ciudad,
y todo lo que había sido fácil en los pueblos anteriores, en ese momento se
convirtió en un martirio. En La ciudad todo era carísimo, la gente era grosera,
sucia y poco solidaria. Dano y Guillermounstro buscaron el castillo por
más de dos horas, algunos le decían que era hacia el norte y otros le decían que
era hacia el sur. Pararon en un café a beber agua mineral y la señora les cobro
casi el triple de lo que costaba en el pueblo, Guillermounstro tuvo que pagar
con Hadacard, en veinticuatro cuotas
con un interés fijo mensual…
Mientras
tanto, Caracolito, continuaba su persecución y ya había cruzado las puertas de
“La ciudad”, sabía bien donde estaba castillo de la bruja Claudia y se
“adelanto”.
—Esto
es imposible, Guillermonstruo. Nunca encontraremos el castillo y además no
sabemos cómo se llama.
—Creo
que tienes razón, bueno, ya vendrá otro rey mejor.
—No,
no nos rendiremos gordo y rosado amigo. Me perdí más de medio capítulo de Malcolm in the middle por venir a salvar
al tonto sapo ¿y tú te quieres rendir?... No señor, buscaremos por toda esta
cochina ciudad, hasta encontrar el castillo.
—Lo
siento es que ser un hada es cansado sabes, tengo que volar todo el día con
estas cochinas alitas ¿sabes lo difícil que es levantar este cuerpo
vikingo con estas alitas de polilla?... Oye, Tengo una idea, tomemos un
taxi y digámosle al taxista que nos lleve al castillo
La
idea de Guillermonstruo era buena, o hubiera sido buena, si no hubiese estado
en “La ciudad”, en donde el taxista se provecho de que estaba frente a
dos turistas… cuando Dano y Guillermountro notaron que estaban dando vueltas en
círculos… le dijeron al taxista que ya bastaba, que los llevara hasta el
castillo. El taxista se molesto, y les dijo “como se les ocurre que yo haría
eso”. Al fin los dejó en el castillo y Guillermonstruo tuvo que volver a pagar
con Hadacard en treinta y seis cuotas
con interés variable.
Una
vez dentro, vieron una larga fila, llena de ancianos, adultos y un par de
jóvenes. La fila era prácticamente por edad, teniendo a los más antiguos
personajes al principio. Algunos aun llevaban armaduras…
—Disculpa
chico ¿para qué es la fila? —preguntó Guillermonstruo.
—Debes
rellenar una solicitud para enfrentarte al Burócrata.
—Y
eso ¿cuánto tarda? —preguntó Dano.
—Yo
estoy aquí desde los doce.
—Dirás,
las doce.
—No,
no, los doce años, cuando el Burócrata le quito el trabajo a mi mama y mi
misión fue derrotarlo para que ella pudiera trabajar
—¿Pero
qué dices? Y ¿por qué no se buscó otro trabajo?
—Se
acostumbró a estar en la casa, y bueno vive del seguro social. La verdad vengo
aquí solo para no estar en casa con ella todo el día. Me pone de los nervios
con sus telenovelas mexicanas “!Ay! maría cristina, te quedaste ciega justo el
día de tu matrimonio cuando Reinaldo te engaño con tu mejor amiga que en
realidad era tu gemela malvada” —dijo el joven haciendo burla del acento de su
madre— ¡Dios! la amo, pero me vuelve loco.
—¡A
ver vejestorios! —Dano se paró sobre un escritorio— todos aquellos a los que la
bruja ya les comiera la persona que venían a salvar deben hacer una fila nueva,
en la ventanilla de reclamos.
—Ey,
es una gran idea —Dijo un caballero (sí, de esos que usan armaduras).
—No
me quiero mover, pero si ustedes lo hacen —Dijo un anciano.
—Lo
que sea para no estar en casa con mi esposa —Añadió uno de los más jóvenes.
Dano
pasó hasta el principio de la fila, golpeó con ambas manos el mesón y se
dirigió a la mujer que “atendía” los requerimientos de los agraviados.
—Ahora
usted, señorita —Le dijo Dano con un tono militar— me conseguirá una cita con
ese tal, Burócrata.
Dano
rellenó cuatro formularios con copias dobles, pero fueron rechazados por ir en
carpetas rojas, cuando debían ser azules; luego de cambiar la carpeta, la
señorita le indicó que le faltaba un formulario “RJ9”; luego de llenar el
formulario la señorita le indico que debía presentar la carpeta timbrada por Berta
del quinto piso; Berta le indicó que debía traer la carpeta certificada por don
Luis; don Luis certifico la carpeta; Berta la timbró y la señorita le dijo “muy
bien, déjenos todos sus antecedentes, la llamaremos entre sesenta y noventa
días a contar del primer día hábil del próximo mes”.
Mientras
tanto en el castillo…
—¿Quién
te araño los cachetes? ¿Quién te pinto la camisa? Se me hace que ahorita
vienes, de alguna casa maldi… ¡¿Qué le paso a mi
piso?!, esto… esto es… ¡Caracolito!... te destruiré, sobre ti caerá la ira de
¡Matías el conserje!
Matias
tomó su billetera, su walkman y su
cinta de música mezclada por el mismo que ponía “música para el enfrentamiento
final”, subió a su carrito de limpieza enchulado y comenzó su viaje hasta la
ciudad.
Ya
volviendo a la ciudad…
Guillermonstruo
comprendió que jamás verían al Burócrata si no sobornaba a alguien, así que fue
al cajero más cercano y sacó todo lo que tenia disponible. En veinte
minutos “mágicamente” se abrió un cupo en la apretada agenda de Burócrata, y
comenzó el combate final…
Continuará...
o no...
sí, si lo hará...
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