jueves, 23 de junio de 2016

Relato - La vida es un video juego. Parte 1



—¡Chan, cha cha, chan! Dano Hawk, has entrado al extraño mundo de la bruja Claudia, ella ha secuestrado a Casimiro, el rey sapo. Tu misión es rescatarlo para que pueda volver a gobernar el reino de “Divertilandia”. La bruja se encuentra en el perverso volcán de las sombras. Ella tiene más de doscientos veinticuatro secuaces. Para poder llegar hasta el volcán debes atravesar los cuatro reinos del sur, en ellos te esperan un millón de aventuras y bla bla bla… peligros, bla bla bla… olla de oro bla, bla, bla… para comenzar solo debes presionar START…
Dano, tomó su sombrero subió a su cebra y comenzó su travesía
—¡Vamos V8! ¡Arre!, debemos llegar hasta San diablo antes de que anochezca
—Pero Dano, San diablo esta a más de cuatro cuadras y recién me hice le manicure.
—Pero si eres una cebra macho.
—Eso no quita que me preocupe de mi aspecto —V8 volteó la cara con una evidente molestia— es más, deberías ponerle un poco de atención a esos callos.
—Olvídalo, iré en caballo…
Dano guardó su cebra, tomó su caballo, lo ensilló, y comenzó el viaje…
—Arre hiperventilado, debemos llegar a San Diablo antes de que caiga el sol.
—Pero Dano, estaba viendo el documental sobre el apareamiento de los humanos…
—Hiperventilado, eres un tonto ¡veías una película para adultos!
—¡¿Qué?! ¡Necesito lavar mis ojos! —hiperventilado corrió hacia el poso- ¿Por qué? ¡¿Por qué?!, pensé que era el canal de la flora y fauna, aparecía un conejito en el logo… ¡un conejito! ¡aaaayyy! Ahora me enterré la herradura en el ojo…
—Olvídalo —Dano exhaló profundo y desistió de ir a caballo— iré en bicicleta.
Dano tomo su bicicleta y su botellita de agua, pero notó que como no la ocupaba, la bicicleta  estaba desengrasada y crujía por todas partes. Pensó que no podía utilizarla así y tuvo que comenzar a limpiarla.
Una vez que tuvo los neumáticos inflados, la cadena engrasada y una linda bocina que hacía “cuek, cuek”, Dano se dio cuenta que la bicicleta ya no estaba en su mejor momento, que tenía muchas rayas y muchos stikers de grupos juveniles que ya no le gustaban, y decidió repintarla. Así que  la desarmo y la llevo al taller “el pata suelta”.
Tito Patasuelta le dijo que la podía tenerla lista a primera hora del próximo día, y Dano decidió dormir en casa ese día y partir al día siguiente.
Cuando fue a buscar su bicicleta, Tito Patasuelta le dijo que era más de lo que pensaba y que su presupuesto había sido mal aplicado, que necesitaba un par de días mas y bla bla bla. Al final Dano olvidó su misión y fue al cine con su mejor amiga.
Toda la sala estaba oscura hasta que el león comenzó a rugir, para poder ganar un par de monedas de oro extra, Dano se había comprado una pequeña cámara digital que se ponía bajo el sombrero. De pronto comenzó a ver una mosca gorda volar en su dirección. <<Estúpida mosca obesa, arruinará mi copia pirata>>.
—¡Dano! me puedes explicar ¿por qué estas en el cine cuando deberías estar salvando al rey sapo?
—Shhhh –Dijo el público- estamos viendo una película
Dano se asombró de que lo que parecía una versión transexual de campanita le estuviera hablando a ella.
—¿Y tú quién eres? —preguntó Dano mientras comía palomitas de maíz— y ¿por qué llevas esa corona y ese tutú?
—Soy Guillermonstruo, tu hado madrino
—Hado madrino, wuajajajajaja —Todos los que escucharon comenzaron a reírse, y los que no escucharon comenzaron a silbar para que se callaran— que profesión tan tonta.
—Lo mismo dice mi mamá…—respondió Guillermonstruo— Pero en fin, casi se acaba el tiempo del rey sapo, Claudia, la bruja, hará sopa de rey mañana por la noche.
—No quiero ir, yo había votado por el príncipe lagartijo, ese rey sapo nunca ha sido de mi agrado…
—Señorita —Un asistente del cine comenzó a apuntar a Dano con una linterna— usted y el señor volador con tutú deben salir de la sala.
Una vez fuera, Dano recuperó toda su energía, caminó hacia el paradero más cercano y luego de cuatro largas horas apareció el primer autobús camino a San Diablo… Dano no pudo subir porqué venia lleno de enanos que habían salido en su día libre de la mina de carbón, y como todo el mundo sabía, los enanos mineros se gastaban todas sus piedras preciosas en el burdel de la ciudad. Cochinos enanos.
Esperó el siguiente y su tarjeta del autobús no tenia saldo. Ante el insistente insistimiento en el que insistía Guillermonstruo, Dano caminó las cuatro cuadras hasta San Diablo.
—Cochino rey sapo, cuando lo tenga en mis manos espero que me dé una olla llena con monedas de oro, porque si no lo aplastaré con mis pantuflas de perrito… cochino rey sapo…
Llegando a San Diablo, Dano tuvo que golpear muchos espantapájaros que eran secuaces de la bruja Claudia… algunos eran valientes, otros cobardes,  pero en fin solo eran espantapájaros. San Diablo era el primer nivel, era lo más fácil…
Al cruzar el pueblo se detuvo frente al primer castillo. Pasó por el puente que tenía un cartel colgado “puente en mantención, los cocodrilos fueron a Miami a ver unos parientes (por favor parezca atemorizado al pasar, imagine los cocodrilos, son todos grandes y con muchos dientes, excepto el pequeño Tiny, él no tiene tantos dientes, pero apenas terminé con la ortodoncia será…”. Dano entró al castillo y un tipo de una elegante capa negra le dijo con vos gangosa.
—No sé cómo has llegado hasta aquí, pero tu suerte se acabó, prepárate a sentir la ira de Caracolito —Entonces volteó y dejó ver sus dos ojitos alargados—  el caracol malvado, muagagagagaga
—¿Caracolito?... —preguntó Dano— ¿muagagaga? Eso no es un nombre de villano, ni una risa malvada.
—No tienes por qué ser hiriente. ¡Acércate y te destruiré!
—Bueno, si me atrapas pelearé contigo.
—¿Qué dices? tú debes venir hacia a mi o no cruzaras la puerta hacia Chocolandia.
—Está bien, pero… —Dano, corrió hacia la puerta y Caracolito no fue capaz de atraparla— pelearé solo si me atrapas… Güiii, un columpio…
—¡Te destruiré Dano Hawk! —gritaba Caracolito— ¡te destruiré!

Dano avanzó sin problemas al siguiente nivel y fue entonces cuando las cosas comenzaron a ponerse raras. Todo parecía completamente desolado, entonces Dano avanzó directamente hasta el castillo del segundo gran oponente.
—¿Aló? ¿señor villano? ¿Aló?
—Hola jovencita, ¿a quién busca?
—Al villano del castillo.
—¿No le contaron?, el murió de diabetes, Chocolandia es un lugar muy dulce para vivir, pero ya todo el mundo ha muerto de diabetes, nada más quedo yo, Matías, el conserje
—¿Y usted por qué no’sta morido?
—Prefiero lo salado. Toda mi comida es importada de Salandia
—Entonces ¿puedo avanzar hasta el siguiente castillo?
—Por favor, adelante, pero le advierto que si no se quita los zapatos, toda mi ira caerá sobre usted y eso también va para el gordito volador con el vestidito de rosado.
—No es un “vestidito” —aclaró molesto Guillermonstruo— es un uniforme oficial de hado madrino
—Jajajaja Hado madrino, jajajaja
—Guillermonstruo, ya deja de hacer reír a la gente. Gracias Matías —Dano se quitó los zapatos y avanzó a través del reluciente piso de chocolate— cuando pase de vuelta le traeré algún recuerdo del volcán.
—Espere  —dijo Matias— hace un tiempo me dejaron algo para usted señorita Dano, debía dárselo cuando viniera y matara a MR donuts, pero no sé dónde lo puse —Matias comenzó a buscar en su carrito de limpieza— a ver, zapatos mágicos… no, esto es de… Alicia; varita mágica… esto es de… Harry; diccionarios, no esto de seguro es de ese pésimo escritor, Guillermo Altamirano, se los enviare por correo, los necesita con urgencia; a ver, a ver… Aquí esta, si es una… Flauta mágica… ahora, las instrucciones deberían estar por…
Mientras buscaba los recuerdos se le vinieron a la memoria. Su vecina, de la cual siempre había estado enamorado, se había peleado con su novio. Entonces Matías vio la posibilidad de hacer su movimiento y la invitó a una parrillada. Fue al súper mercado y compró costillas de cerdo, pero cuando volvió a casa, no tenía con que prender el carbón y se puso a buscar papeles entre sus cosas.  Cuento corto, Matías usó las instrucciones las había usado para prender la parrilla.
Su vecina ahora tiene una orden de alejamiento en su contra.
—No las tiene, de seguro es de segunda mano —Dijo Matías excusándose— de hecho todos los diseñadores de juegos utilizan flautas mágicas antiguas, na’ mas las repixelean y las hacen pasar por nuevas, pero si la manosea un poco, sabrá cómo usarla. Además, creo que no la necesitas, digo, tienes al gordo rosado…
Dano y Guillermonstruo avanzaron hasta el siguiente pueblo, conocido como La ciudad, y todo lo que había sido fácil en los pueblos anteriores, en ese momento se convirtió en un martirio. En La ciudad todo era carísimo, la gente era grosera, sucia y poco solidaria.  Dano y Guillermounstro buscaron el castillo por más de dos horas, algunos le decían que era hacia el norte y otros le decían que era hacia el sur. Pararon en un café a beber agua mineral y la señora les cobro casi el triple de lo que costaba en el pueblo, Guillermounstro tuvo que pagar con Hadacard, en veinticuatro cuotas con un interés fijo mensual…
Mientras tanto, Caracolito, continuaba su persecución y ya había cruzado las puertas de “La ciudad”, sabía bien donde estaba castillo de la bruja Claudia y se “adelanto”.
—Esto es imposible, Guillermonstruo. Nunca encontraremos el castillo y además no sabemos cómo se llama.
—Creo que tienes razón, bueno, ya vendrá otro rey mejor.
—No, no nos rendiremos gordo y rosado amigo. Me perdí más de medio capítulo de Malcolm in the middle por venir a salvar al tonto sapo ¿y tú te quieres rendir?... No señor, buscaremos por toda esta cochina ciudad, hasta encontrar el castillo.
—Lo siento es que ser un hada es cansado sabes, tengo que volar todo el día con estas cochinas alitas  ¿sabes lo difícil que es levantar este cuerpo vikingo con estas alitas de polilla?...  Oye, Tengo una idea, tomemos un taxi y digámosle al taxista que nos lleve al castillo
La idea de Guillermonstruo era buena, o hubiera sido buena, si no hubiese estado en “La ciudad”, en donde el taxista  se provecho de que estaba frente a dos turistas… cuando Dano y Guillermountro notaron que estaban dando vueltas en círculos… le dijeron al taxista que ya bastaba, que los llevara hasta el castillo. El taxista se molesto, y les dijo “como se les ocurre que yo haría eso”. Al fin los dejó en el castillo y Guillermonstruo tuvo que volver a pagar con Hadacard en treinta y seis cuotas con interés variable.
Una vez dentro, vieron una larga fila, llena de ancianos, adultos y un par de jóvenes. La fila era prácticamente por edad, teniendo a los más antiguos personajes al principio. Algunos aun llevaban armaduras…
—Disculpa chico ¿para qué es la fila? —preguntó Guillermonstruo.
—Debes rellenar una solicitud para enfrentarte al Burócrata.
—Y eso ¿cuánto tarda? —preguntó Dano.
—Yo estoy aquí desde los doce.
—Dirás, las doce.
—No, no, los doce años, cuando el Burócrata le quito el trabajo a mi mama y mi misión fue derrotarlo para que ella pudiera trabajar
—¿Pero qué dices? Y ¿por qué no se buscó otro trabajo?
—Se acostumbró a estar en la casa, y bueno vive del seguro social. La verdad vengo aquí solo para no estar en casa con ella todo el día. Me pone de los nervios con sus telenovelas mexicanas “!Ay! maría cristina, te quedaste ciega justo el día de tu matrimonio cuando Reinaldo te engaño con tu mejor amiga que en realidad era tu gemela malvada” —dijo el joven haciendo burla del acento de su madre— ¡Dios! la amo, pero me vuelve loco.
—¡A ver vejestorios! —Dano se paró sobre un escritorio— todos aquellos a los que la bruja ya les comiera la persona que venían a salvar deben hacer una fila nueva, en la ventanilla de reclamos.
—Ey, es una gran idea —Dijo un caballero (sí, de esos que usan armaduras).
—No me quiero mover, pero si ustedes lo hacen —Dijo un anciano.
—Lo que sea para no estar en casa con mi esposa —Añadió uno de los más jóvenes.
Dano pasó hasta el principio de la fila, golpeó con ambas manos el mesón y se dirigió a la mujer que “atendía” los requerimientos de los agraviados.
—Ahora usted, señorita —Le dijo Dano con un tono militar— me conseguirá una cita con ese tal, Burócrata.
Dano rellenó cuatro formularios con copias dobles, pero fueron rechazados por ir en carpetas rojas, cuando debían ser azules; luego de cambiar la carpeta, la señorita le indicó que le faltaba un formulario “RJ9”; luego de llenar el formulario la señorita le indico que debía presentar la carpeta timbrada por Berta del quinto piso; Berta le indicó que debía traer la carpeta certificada por don Luis; don Luis certifico la carpeta; Berta la timbró y la señorita le dijo “muy bien, déjenos todos sus antecedentes, la llamaremos entre sesenta y noventa días a contar del primer día hábil del próximo mes”.

Mientras tanto en el castillo…
—¿Quién te araño los cachetes? ¿Quién te pinto la camisa? Se me hace que ahorita vienes, de alguna casa maldi… ¡¿Qué le paso a mi piso?!, esto… esto es… ¡Caracolito!... te destruiré, sobre ti caerá la ira de ¡Matías el conserje!
Matias tomó su billetera, su walkman y su cinta de música mezclada por el mismo que ponía “música para el enfrentamiento final”, subió a su carrito de limpieza enchulado y comenzó su viaje hasta la ciudad.

Ya volviendo a la ciudad…
Guillermonstruo comprendió que jamás verían al Burócrata si no sobornaba a alguien, así que fue al cajero más cercano y sacó todo lo que tenia disponible.  En veinte minutos “mágicamente” se abrió un cupo en la apretada agenda de Burócrata, y comenzó el combate final…

Continuará... 
o no...
sí, si lo hará...

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